jueves, 21 de mayo de 2015

AQUÍ ABAJO, ASÍ NOS LUCE EL PELO

Riéndome a carcajadas con la serie vasco-andaluza y me tengo que morder la lengua, por no decirle 4 cosas a ciertos paisanos míos con la susceptibilidad más alta de lo normal.

Avergonzados de la serie dicen, dice quien ve, quien oye, ya que como decía mi padre: no se puede criticar algo que no se ha visto, así pues, tendremos que decir que estas buenas personas que dan su opinión, han visto la serie.

No será? paisanos míos, que no sabéis reíros de vosotros mismos, de vuestra casta andaluza, que tan a honra lleváis, cuando de lo bueno se habla. Que de lo malo, que se rían otros por ignorancia, pero no porque sea cierto.

Años me he reído yo, viendo vaya semanita, donde los vascos se reían de sí mismos, con un humor inteligente y sencillo que hace dejar mucho que desear, del tan famoso humor andaluz.

Así nos luce el pelo, criticando series que hacen brillar a actores de nuestra tierra, solo porque no nos gusta que nos recuerden los defectillos que tenemos, aunque sea de forma exagerada, porque de que otra forma podríamos reírnos si no, ya que para mí, no tendría impacto ninguno esos defectillos llevados de forma sutil, que sería tan solo algo normal y sin gracia.

De verdad que no tienes acento? Será en tu casa a puertas cerradas, porque yo hablo por lo menos cuatro dialectos andaluces. El Huelvano de nacimiento, el  lépero de mis ancestros, el  Sevillano de mi adopción y todo el que se me pegue al lado, hablando un poco más allá que acá. Será que yo tengo muy poca personalidad y claro, me dejo llevar por la corriente.

Qué no estamos todo el día de fiesta? Madre mía, qué sería de nosotros si así fuera, porque otra cosa no, pero montando fiestas, los andaluces no tenemos rival. Lo que pasa que esto es como todo, tu puedes montar 10 fiestecillas de mierda y nadie se entera, aquí montas una feria al año y se entera toda España.

Que a los andaluces nos gusta mucho el critiqueo? No sé, será que toda la audiencia que hace que el sálvame lleve tantos años en antena, la damos nosotros, lástima que Jorge Javier no se presente a las elecciones por el partido andalucista, que España iba a ser nuestra. Con el coraje que me da, y ahí sigue el programa, que va a durar más que saber y ganar.

Que otra cosa no, pero que me gusta a mí un sevillanito alto, moreno y bien puesto, con sus rizos negros engominados y esa forma de ligar tan suya. Lo mismo es que yo me lo he inventado, pero mira, no seré yo la única que lo ha visto.

Siiii, vaaaaleee, que los andaluces no somos tan mal hablados, está claro, ni los vascos se pasan el día diciendo epa. Que los andaluces no somos todos fiesteros, ni los vascos cocinan todos bien.  Esto es simplemente una serie de entretenimiento y debemos verla como tal.

Que muchísimos de nosotros nos hemos divertido con Aída o con La que se avecina, y no por ello pensamos que los madrileños son todos como se ve en la serie.

Os recomiendo verla, sopesar los capítulos, que para mi gusto van cada día a mejor, los actores, que se hacen al papel de una forma increíblemente profesional, de la belleza de nuestra Sevilla, que no se puede pasar por alto, del increíble encanto y brillantez de Alfonso Sánchez, que ha tardado demasiado tiempo para mi gusto, en hacerse un hueco en el cine español, porque arte tiene, para éste y para más. La divina actuación como siempre de María León y el magnífico descubrimiento, al menos para mí de Jon Plazaola.

Mención especial, tengo que hacer de Salva Reina, que hacía desternillarme de risa en S.O.S estudiantes y que por fin tengo el placer de ver de nuevo y disfrutar de su humor en esta serie.

Lo dicho, coño! Que disfrutéis de la serie y dejarse de tanta chorrá, que estáis tos mu jartibles ya, con la tontería de creerse el rollo ese de que se ríen de nosotros por allí arriba, pues anda y que se rían, faltaría más que a un andalú le importase ahora lo que piense un castellanito de más allá de despeñaperros.

miércoles, 13 de mayo de 2015

Padres de un mismo Dios, peces del mismo acuario...

Aquí vuelvo, por que necesito volver a activar las teclas debajo de mis dedos, por que mi cerebro está saturado y quiere explotar de nuevo, volcar en letras todo lo que rebosa, de gris rabioso, por entre mis cabellos enredados.

El mundo es tan distinto 4 años después, las conversaciones radicalmente opuestas. Y es que a veces nos creemos que el tiempo no va a pasar, que los años serán eternos e inmutables y sin embargo el maldito reloj se encarga, el solito de recordarnos la realidad.

Estaba yo en la calle, recogía a mi preciosa niña de la guardería y la gente charlaba como siempre lo hace, con la indiferencia de quien se sabe dueño de la verdad. Que niña tan bonita, te dicen, sin mirarla siquiera a la cara y tu sigues tu camino, sin importarte si es cierto o no, sabiendo desde lo más profundo de tu ser que es bellísima en su pureza de tábula rasa, cuando aún la experiencia y sus mierdas no han inundado su preciosa vida.

Qué más da si sus ojos son azules o negros, o si su cabello destella como el oro azteca, si sus rizos negros llenan su cara de alegría, qué más da...
¿Acaso es necesario el exterior para sentir la belleza que te llena por completo la existencia, tan solo al verla despertar por la mañana?

Ella me decía palabras con sílabas inconexas y yo le contestaba como si supiera exactamente lo que me estaba diciendo, me contaba su tarde en la guardería, esas dos preciosas horas que pasa junto a varios niños, por qué son necesarias para su psique. Tal vez me decía que el niño castaño, le había cogido de la mano para ir juntos a jugar, o que la niña pelirroja era su amiga del alma.
Conversaciones que quisiera poder guardar letra a letra, grabadas a fuego en mi corazón.

No sé que hay más allá de la vida, no sé si volveré a veros allá donde estéis, pero podéis hablarme así como ella me habla, que yo fingiré que os entiendo perfectamente y hablaré con vosotros hasta que me despierte.
Ni siquiera sé como es posible vivir después de vosotros, no entiendo de donde se sacan las fuerzas, pero claramente ahí están. 

Me planteo cada día más la existencia de ese Dios de mi cultura, que mira impasible como dejáis los brazos de vuestros padres vacíos, tal como su alma destrozada de agujeros.
Solo puedo pensar en él de aquella forma en la que una vez mi hermano me explicó, tal vez ni siquiera lo recuerde. Dios, decía, es solo algo así como el dueño de un acuario, lo crea, lo llena de vida y observa a sus habitantes, maravillado de su belleza y peculiaridades, a veces algo ocurre, mientras él ni siquiera está mirando, y muchos pececillos mueren, así como muere uno de vez en cuando y él solo puede lamentar su pérdida, ya que desconoce realmente lo que ha pasado, pero los demás viven y el sigue mirándolos de vez en cuando fascinado, incluso a veces se percata de que alguno está enfermo o débil y hace lo posible por ayudarlo, pero realmente son tan pequeños, tan efímeros, que no puede permitirse el lujo de estar siempre atento, para que todos lleven una vida larga y fácil.

Esa estúpida disertación, es en realidad cosecha mía, tras meditar lo que significaría ser el dueño de un acuario de ese tamaño.

No tengo palabras para agradecer a quienes me ayudaron a hacer menos terrible ciertos momentos, pero aún así sigo sin entender el propósito de esta efímera vida, que te da y te quita sin motivo ni razón, ¿porqué mi Ariadna esta aquí con nosotros?  ¿porqué no están Alejandro y Nora con sus padres? yo no lo merezco más que ellos y sin embargo en la puta ruleta del jodido destino, me tocó una carta tan solo un  pelín más alta.

Judit, José Damián, Dani, Pablo, María, Jose, Ariadna, Nora, Alejandro...

domingo, 15 de mayo de 2011

El móvil que teníamos

Yo una vez tuve un móvil, con el que hacía llamadas de teléfono y en el que un día por casualidad me encontré unas cosas llamadas sms, que comencé a utilizar entusiasmada. Qué moderno es mi teléfono! pensé, no solo puedo hacer llamadas sino que puedo escribir mensajes. De esto hace ya más de 12 años, e increíblemente cada vez que estreno móvil me encuentro con la sorpresa de algo nuevo y me pregunto, Cuándo acabará esto?, no sé si puedo creer que esto va a continuar para siempre, mi movil actual es casi igual que un ordenador, pero realmente de bolsillo, tiene gps, bluetooth, mp3, cámara, wifi, 3g, sistema operativo, programas de todo tipo, alarmas, vamos que incluso puedo hacer llamadas y enviar sms como hace 12 años.
Si esto me lo dicen la primera vez que vi un móvil... La espera se me hubiese hecho eterna. Aunque realmente, Cuántas personas en el mundo sabían entonces lo que era un mp3, el wifi o un bluetooth? Es increíble ver de que forma evoluciona la mente humana, que es capaz de asimilar conceptos tan nuevos y añadirlos a la cotidianeidad de sus vidas sin asomo de estupor o desconcierto.
Sin embargo me pregunto como sería lo contrario, si un día, de un plumazo nos quitaran todo esto. Yó desde luego no lo llevaría demasiado bien. Suerte que aún me quedarían mis libros para poder inbuirme de sus maravillosos mundos inventados, estos difícilmente podrán arrancarlos de nuestras mentes.

miércoles, 27 de abril de 2011

HORMONAS CON CARÁCTER RETROACTIVO

Desde hace poco menos de un año, está ocurriendo en mí un suceso, que por más normal que parezca, a mí no deja de resultarme extraño y desagradable: Siento un imperioso deseo de ser madre.
¿Os parece normal? A mí no, nunca antes había experimentado algo así, soy consciente de mi situación actual, no solo económica, sino familiar y geográfica y sé, a ciencia cierta, la equivocación tan grande que cometería si sucumbiera a tal deseo. Mi planteamiento racional, me impide darle demasiadas vueltas al asunto, ya que no tiene mucho que decir, es una situación casi imposible de sostener para mí en estos momentos, habría que hacer tantos sacrificios, como pedir favores, también un sacrificio para mí, que no habría forma humana de llevarlo a cabo. Pero aún así, algo dentro de mí, me dice que es el momento, que mi cuerpo está preparado, e incluso mi mente parece estarlo, para algo que nunca antes me había planteado.
Pero no es mi mente la que habla, son mis hormonas, que se revelan y alteran toda concepción de la realidad que antes tenía por clara y concisa y que ahora se me antoja, extrañamente anticuada. Es como si todo lo anteriormente pensado, hubiese quedado obsoleto, por alguna absurda razón, mi natural practicidad, no está asida a mi mente con la fuerza con la que antes lo hacía. Así que todo lo anteriormente pensado, racional e intencionadamente, se tambalea, producto de unas hormonas absurdas, que guiadas por el instinto de supervivencia humano, aboca mi vida a un absurdo sin precedentes.
Haré caso a mi amiga Marta y trataré de obviar tales ataques, ya que algún día sucumbirán ante mi desinterés. Como dijo el traidor de Matrix de la primera película: La Ignorancia es la Felicidad. Así, que ignoraré a esas hormonas que retroalimentan mi necesidad de cambiar mi vida, como algo que realmente no es necesario.

sábado, 23 de abril de 2011

EL LIBRO ELECTRÓNICO, O EL AMOR A MI KINDLE...

Para reyes me han echado un Kindle. (Me encanta esa frase, la construcción mata los oídos de cualquiera, pero es tan auténtica)
Un Kindle es un lector de libros electrónicos, no es por que sea el mío pero es el mejor de todos los que he visto y tiene un precio sin comparación a lo que encontramos en las tiendas físicas de España.
Desde que lo tengo leo más, es más fácil hacerlo en los medios de transporte y para esconderlo sutilmente en mi puesto de trabajo de teleoperadora en los tiempos muertos en los que te quieres morir.
Tiene tantas ventajas, que si alguna vez le encontré desventajas ya ni me acuerdo pero por lo visto la gente es muy dada a recordarlas o a creer encontrarlas para no tomar la decisión que, ahora sé, tarde o temprano tendrán que tomar, apuntarse al libro electrónico.
He escuchado y leído de todo: Que si a mí lo que me gusta es tener el libro en papel, por que es más romántico, yo es que siempre he sido tan poco romántica que quizás no lo entiendo; Que si me gusta tenerlo en mis estanterías, toma y a mí, pero ya no me caben más y mi casa es microcasa más bien; que si yo es que no entiendo los aparatos modernos, algunos se morirán sin tratar de entender nada, por dios si hasta mi madre sabe usar el móvil y tiene 76 años... En fin, excusas que no llegan a nada, ya que, quién nos lo iba a decir hace 25 años, ahora todo el mundo tiene ordenador e internet, CDs, mp3, microondas y lavavajillas y poca gente conozco que se empeñe aún en escuchar cassettes y vea los vhs por no entender los aparatos modernos.
Está claro que a mí siempre me han gustado todos los avances que la tecnología nos ha dado, algunos con sus más y otros con sus menos.
Todo el mundo que me conoce, sabe que adoro los móviles, siempre tengo uno de última generación, por lo que pueda pasar... Los ordenadores no los necesito de los últimos aunque siempre me han gustado, por supuesto hace milenios que escucho mp3, tengo mi bluetooth manos libres en el coche, casi desde que existen en España, y puedo guardarlo todo en un micropen (esto suena fatal) donde me caben 8gb, pero lo que más me ha gustado desde hace meses, es mi Kindle.
El cachibache en sí es mucho más de lo que me esperaba, ahora mismo apenas tengo ocupados unos 300Mb de sus 4Gb de Memoria y al menos tengo unos 150 libros guardados en este momento, periódicos, publicaciones y demás. Puedo descargarme los libros de instrucciones que tanto me gustan y leerlos en él, enciclopedias, diccionarios: Una de las cosas chulas que tiene el Kindle es que si pones el cursor delante de la palabra que no conoces, o cualquiera por probar, te saca del diccionario su definición y en un apartado arriba o abajo de la hoja que estás leyendo te lo pone para que lo veas en el momento. También tiene Wifi, así que si estoy leyendo en la cama y no quiero levantarme para ver algo en internet que quería buscar, puedo hacerlo. También reproduce mp3, pero lo que realmente me gusta y hace mejor que bien, es leer los libros electrónicos, los tengo separados en colecciones para encontrarlos más rápidamente, siempre que dejas de leer, te lo guarda por la página en la que estaba y pone por orden de últimas lecturas los libros para que sea más fácil de encontrar. Tiene la mejor tecnología de tinta electrónica que existe ahora mismo a nuestro alcance en España, se ve exactamente igual que un libro físico, por lo que no daña en absoluto la vista.
Además, con Calibre, un software gratuito que puedes bajarte de su página oficial en internet, e instalar en tu ordenador, puedes convertir en formato mobi, que es el que usa el Kindle, cualquier otro formato que tengas, y descargarte publicaciones de periódicos y revistas digitales, que tu mismo programas para que lo hagan con una cierta periodicidad.
Leo en otro Blog que el tan admirado Arturo Pérez Reverte, se ha atrevido a hacer un ataque a mis tan amados libros electrónicos, esta es la frase: "Quien crea que la felicidad de acariciar los lomos de piel o cartón y hojear páginas de papel, puede sustituirse por un chisme de plástico con un millón de libros electrónicos dentro, no tiene ni puta idea. Ni de qué es un lector, ni de qué es un libro"
Nunca me ha gustado que la gente sea tan categórica, pero esto es pasarse. Llevo leyendo 29 de mis 34 años, amando la lectura y los libros sobre casi todas las cosas, y jamás me he sentido feliz por acariciar un lomo, cartón o hojas de un libro, sino por el placer de lo que he encontrado dentro y lo que la historia que esconde ese lomo me ha hecho sentir en mi interior y señores, sigo consiguiendo eso y mucho más que antes también tenía pero algo más incómodamente, con mi Kindle, que nadie se equivoque, al que le gusta leer, disfrutará haciéndolo en un incunable, en un libro de bolsillo o en la etiqueta de un champú si es necesario, ya está bien de mirar al futuro como si cualquier tiempo pasado fuese mejor, que hay que coger lo bueno de todos los tiempos y no olvidar nunca a los que han hecho la vida del lector más fácil, desde Gutenberg hasta Amazón, pasando por todo lo que todos conocemos y nos es tan usual que olvidamos que lo que nos diría un Mesopotamio (perdón por la invención del gentilicio), si es que ya la gente no aprecia la felicidad que antes se obtenía al tocar y oler la piedra donde se escribía, no tenéis ni idea de lo que es leer ni nada...

Y después de la crisis...

Bueno, ya es hora de volver a escribir aquí, es interesante, lo que puede dejar una persona y no acordarse durante años, o simplemente no tener tiempo.
Me he dedicado a trabajar y a cambiar mi vida de tal modo, que apenas he tenido tiempo para lo que realmente me gusta y quiero hacer siempre, que es escribir.
El año pasado por estas fechas acudí a un curso de Motivación en el que me dijeron que tenía que sacar un tiempo de donde fuese para hacerlo así que poco a poco lo estoy haciendo y ahora tocaba el blog.
He de pedirme disculpas a mí misma y no sé si a alguien más que haya esperado que mi silencio se acabará, por si acaso disculpadme, pero a veces es necesario un renacer para que todo vuelva a ser como antes y poder empezar de nuevo.
Así sin más, recomienzo mi andadura, hablando como siempre de lo que hablo con otros o escucho simplemente en la calle, en el metro, en el trabajo o leo en otros blogs.
Preparados, listos, recomenzamos...

lunes, 20 de octubre de 2008

El Kiwi maldito

Por qué será que cada vez que te sienta mal algo, da la impresión de que echas 20 veces su cantidad, con el mismo, color textura, etc...
Me explico, poniendo el ejemplo del Kiwi, título del post, os contaré la historia de mi muy mejor amiga, la mañana que se comió un kiwi, a ella le gustaban los kiwis, les parecían buenos y apetecibles, pero una mañana, tal vez la fruta, o el café, o ambos haciendo reacción o cualquier otra cosa que solo Dios sabrá, le sentó mal, y vomitó kiwi, quizás se comiera 1 ó 2 a lo sumo, pero el caso es que siguió vomitando kiwi, hasta parecer que eran varios kilos los echados. Por supuesto ya huele un kiwi y huye, yo creo tener la respuesta a todas nuestras dudas: Nuestro cuerpo es sabio.
Y el de ella lo era, y sabiendo que si no hacía nada para evitarlo, todas las mañanas ella seguiría llenando su estómago de una mezcla explosiva para él, reprodujo el kiwi hasta una escala inimaginable para su estómago, cantidad suficiente para que al ser regurgitada produjese el rechazo hacia la fruta durante largo tiempo.
Sí, el cuerpo es sabio, increíblemente más que nosotros, que mezclamos todo lo mezclable sin pensar en las consecuencias.
Y si no pensad en ese día que después de un día de fiesta interminable con su noche incluida (pongamos por ejemplo las famosas fiestas de la primavera) no habéis echado de vuestro cuerpo mucho más líquido del ingerido.
O esos preciosos días de Navidad y Año Nuevo que más de uno ha pasado mirando una taza y no precisamente la del chocolate mañanero.
De pequeña me llevaron a una heladería el día de la fiesta del pueblo y me compraron una tacita que tenía una tapadera en forma de pingüino y que podíamos llenar de varios tipos de helado, mi primo y yo no parábamos de decir que lo queríamos solo de turrón por más que nuestros padres nos insistían en que era demasiado helado para un solo sabor, tal fue nuestra cabezonería, que nos obligaron a comernos aquel helado de principio a fin, recuerdo que no volví a probar el helado de turrón hasta pasados 10 años por lo menos.
Los excesos no son buenos, ni pa dentro ni pa fuera. Todo en su justa medida y nada de mezclar ácidos con lácteos o puede ser que dejes de comer para siempre esa fruta que antes te gustaba tanto. Besitos